sábado, 26 de noviembre de 2016

Muerte de Fidel Castro: las increíbles maneras en que EE.UU. intentó matarlo

Muere Fidel Castro: las increíbles maneras en que EE.UU. intentó matarlo

Fidel Castro en la mira de una cámara de televisiónImage copyrightGETTY
Image captionEl presidente cubano estuvo en la mira de EE.UU. por muchos años.
Desde rifles de alta potencia hasta pastillas envenenadas, pasando por bolígrafos tóxicos y contratación de personajes del bajo mundo. Esos fueron algunos de los métodos que contempló Estados Unidos para deshacerse de Fidel Castro, el líder de la revolución que acaba de morir en Cuba.
Durante décadas, los intentos de asesinato al líder cubano fueron objeto de innumerables análisis y especulaciones, hechos difíciles de comprobar que sin embargo sirvieron para agrandar su perfil y exacerbar las diferencias entre la isla y Washington.
Uno de los hombres que estuvo encargado de su seguridad, el exjefe de inteligencia Fabián Escalante, escribió un libro en el que detalla 634 maneras en que intentaron matarlo.
Y un documental británico de 2006, producido por Channel 4 y llamado "638 Ways to Kill Castro", explicó casos que van desde "cigarros explosivos hasta mujeres fatales". Así mismo analizó los motivos que pudieron haber tenido tanto la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) como algunos exiliados cubanos.
En Estados Unidos, uno de los documentos más importantes sobre el tema se enfoca específicamente en la primera etapa de gobierno de Castro.
Fidel Castro fumando un habanoImage copyrightGETTY
Image captionUno de los supuestos intentos de asesinato incluía un cigarro explosivo.
Se trata de un informe de 1975 de un comité del Senado -el Comité Selecto para el Estudio de las Operaciones Gubernamentales Respecto a las Actividades de Inteligencia, más conocido como el Comité Church- que encontró "evidencias concretas de al menos ocho complots que involucraban a la CIA para asesinar a Fidel Castro entre 1960 y 1965".
Entre los métodos que figuran en el documento están los mencionados arriba, aunque el comité aclara desde un comienzo que algunos de esos complots ni siquiera superaron la fase de "planeación y preparación".
El informe, llamado "Supuestos complots de asesinato que involucran a líderes extranjeros", también analiza en gran detalle hasta qué punto las autoridades estadounidenses autorizaron o sabían de estos planes, incluyendo varios presidentes del país.¿Por qué?
En su libro "La Obsesión con Castro: Operaciones Encubiertas de Estados Unidos contra Cuba", el periodista Don Bohning cuenta que con la llegada de Castro al poder, en el primer día de 1959, Estados Unidos comenzó a sentir la Guerra Fría demasiado cerca de su territorio.
"La Guerra Fría y la amenaza comunista que planteaba no podían verse más en la forma abstracta de un lugar lejano; estaban en la puerta de Estados Unidos", escribe.
Fidel CastroImage copyrightGETTY
Image captionFidel Castro dejó el poder en 2008 y desde entonces sus apariciones públicas fueron cada vez más esporádicas.
Como tal, "Estados Unidos recurrió a una desestabilización económica y política, propaganda, manipulación, sabotaje y y complots de asesinato para retirar" al entonces joven líder cubano.
Bohning, como casi todas las fuentes estadounidenses consultadas por BBC Mundo, apuntan al documento del comité del Senado para entender los planes estadounidenses.
El comité resalta que en un comienzo,la CIA no trató de asesinarlo sino de desestabilizarlo: pensó en sabotear sus discursos, llenar un estudio de televisión con químicos que producen efectos similares al LSD, impregnar sus cigarros de sustancias desorientadoras y hasta llenar sus zapatos con sales que desprenderían su barba.Según el comité, en 1960 se registró el primer intento contra la vida de Castro patrocinado por la CIA.
Un cubano que se había ofrecido a ayudar a la CIA con inteligencia comentó que probablemente podría entrar en contacto con Raúl Castro, por lo que las autoridades estadounidenses contemplaron la posibilidad de "organizar un accidente" y ofrecieron US$10.000 por el trabajo completado.
No obstante, poco después de que el cubano aceptara el caso, llegaron órdenes de abortarlo.
Ese primer intento no frenó a las autoridades a pensar en más detalle en cómo deshacerse de él.
Entre sus métodos incluyeron cigarros envenenados, un bolígrafo con una aguja hipodérmica casi invisible y el reclutamiento de "figuras del bajo mundo".
Además, como es bien conocido, en abril de 1961, unos 1.500 exiliados cubanos entrenados y financiados por la CIA intentaron derrocar a Castro en la fallida invasión de Bahía de Cochinos.
Este hecho marcó fuertemente las relaciones posteriores entre los dos países y además, según Bohning, no terminó sino que intensificó los intentos estadounidenses para deshacerse de Castro.
Eso incluyó de manera particular lo que se conoció como la Operación Mangosta:un proyecto que, según consta en el informe del comité, fue aprobado por el presidente John F. Kennedy en un memorando para "ayudar a Cuba a derrocar al régimen comunista". Éste culminó, según Bohning, con la resolución de la crisis de los misiles.
Cambio de enfoque
Bohning explica en su libro que tras la Operación Mangosta continuaron los intentos de derrocar a Castro, aunque el gobierno estadounidense estaba simultáneamente intentando, por otros canales, normalizar las relaciones bilaterales.
Pero agrega que todo se vio afectado repentinamente por el asesinato de Kennedy, en noviembre de 1963.
"Con la muerte de Kennedy y la toma de juramento de Lyndon Johnson, las actividades encubiertas comenzaron a languidecer", escribe.
La administración de Johnson mostró poco entusiasmo y, según el autor, las actividades encubiertas concluyeron poco a poco a medida que la atención se centraba en otros eventos a nivel mundial, como la crisis en Vietnam.
Los presidentes Reagan, Nixon, Johnson y CarterImage copyrightGETTY
Image captionDurante las presidencias de Reagan, Nixon, Johnson y Carter se ordenó la mayor cantidad de atentados contra la vida de Fidel Castro.
Bohning explica que la confrontación directa con la Unión Soviética se volvió cada vez menos probable y Estados Unidos se dio cuenta de que estaba todavía lejos de lograr su objetivo de derrocar al régimen cubano.
Así mismo, el mencionado comité del Senado calificó el asesinato de "incompatible con los principios estadounidenses" y los medios y el público se volvieron menos tolerantes de esas actividades.
Finalmente, el presidente Gerald Ford firmó en 1977 una orden ejecutiva para prohibir que los empleados del gobierno participaran en asesinatos políticos.
Escalante, sin embargo, no cree que haya bajado el interés en derrocar a Fidel.
En el documental 638 formas para matar a Castrocita los números exactos de complots que, asegura, descubrieron sus agentes bajo cada presidente estadounidense:
  • 38 bajo Eisenhower
  • 42 bajo Kennedy
  • 72 bajo Johnson
  • 184 bajo Nixon
  • 64 bajo Carter
  • 197 bajo Reagan 16 bajo Bush padre
  • 21 bajo Clinton
Ninguno de ellos logró su cometido final y en muchos casos son difíciles de confirmar.
Como explica el mismo Bohning, "incluso ahora hay preguntas que deben ser respondidas, decisiones que deben ser explicadas, "hechos" que deben ser corregidos, lecciones que deben ser aprendidas e información que debe ser revelada sobre la guerra secreta contra Castro".
"Puede que nunca se conozcan algunos detalles, pues no fueron puestos por escrito sino que se los llevaron a la tumba quienes estuvieron involucrados".

jueves, 17 de noviembre de 2016

"Un simio en tacones": la publicación en Facebook sobre Michelle Obama que causó indignación en EE.UU.

"Un simio en tacones": la publicación en Facebook sobre Michelle Obama que causó indignación en EE.UU.

Michelle ObamaImage copyrightAP
Image captionNo es la primera vez que Michelle Obama recibe este tipo de comentarios.
Un comentario racista sobre Michelle Obama generó una controversia que derivó en la renuncia de una alcaldesa del estado de Virginia Occidental, en Estados Unidos.
Pamela Ramsey Taylor, quien lidera una organización sin fines de lucro en el condado de Clay, se refirió a la primera dama de EE.UU. como un "simio".
Y, en lugar de censurarla, la alcaldesa de la localidad celebró el comentariopúblicamente, lo que le terminó costando el puesto.
"Será refrescante tener una elegante, bella y digna primera dama en la Casa Blanca. Estoy harta de ver a un simio con tacones", escribió primero Ramsey.
"Esto acaba de alegrarme el día, Pam", fue la respuesta de la alcaldesa de Clay, Beverly Whaling, al comentario.
Clay tiene una población de nada más 491 personas y, según el censo de 2010, ahí no reside ningún afroestadounidense.
De acuerdo con dicho censo, el 98% de los habitantes del condado son blancos.
El comentario de Facebook apareció publicado en el canal local de noticias WSAZ3Image copyrightWSAZ
Image captionEl comentario de Facebook apareció publicado en el canal local de noticias WSAZ3: "Será tan refrescante tener a una elegante, bella y digna primera dama en la Casa Blanca. Estoy cansada de ver a un simio en tacones".

Reacción

La controvertida publicación de Facebook se difundió por todo el país y apareció en medios de comunicación internacionales.
Una petición que pide que ambas mujeres sean despedidas recolectó más de 85.000 firmas en unas pocas horas.
En un comunicado entregado al periódico The Washington Post, la alcaldesa Whaling dijo: "Mi comentario no tuvo la intención de ser racista en lo absoluto", y se disculpó "porque se salió de proporción".
"¡Me refería a que me había alegrado el día por el cambio que tenemos en la Casa Blanca! ¡Me disculpo sinceramente por el mal sentimiento que esto haya causado! ¡Aquellos que me conocen saben que de ninguna forma soy racista!", dijo.
No obstante, en la tarde de este martes, el Concejo del Condado de Clay le aceptó la renuncia a Whaling y anunció que una nueva persona será designada con celeridad para llevar adelante la tarea durante los tres años de mandato que restan.
La futura y actual primera dama se reunieron en la Casa Blanca el pasado lunes luego de la victoria de Donald Trump.Image copyrightCASA BLANCA
Image captionEl pasado lunes la primera dama Michelle Obama y Melania Trump, quien asumirá ese rol en enero, se reunieron en la Casa Blanca.
Jason Hubbard, miembro del concejo, calificó la publicación de Facebook como "horrible e indecente", y aclaró que el racismo y la intolerancia expresados en ese mensaje no representan a la comunidad.
"Por favor, no juzguen a una comunidad entera por uno o dos actos individuales", afirmó.
Además, en nombre de todo el condado, Hubbard le envió sus disculpas a Michelle Obama y a todas las personas ofendidas por el mensaje.
Por su parte, Taylor le dijo al canal local de noticias WSAZ, el primero en publicar la historia, que reconocía que su comentario podía ser "interpretado como racista, pero de ninguna manera tuvo esa intención", y que allí expresaba su opinión personal sobre la belleza física, no el color de la piel de una persona.
Le dijo a la estación de noticias que estaba considerando emprender acciones legales contra varias personas, cuyos nombres se desconocen.
Protesta contra el racismo en la campaña de Donald TrumpImage copyrightGETTY IMAGES
Image captionLa campaña de Donald Trump estuvo marcada por acusaciones de racismo.
La organización de desarrollo del condado de Clay, cuya directora es Taylor, está parcialmente financiada a través de subvenciones estatales y federales, y se encarga de proveer servicios a residentes mayores de edad y de bajos ingresos.

"Matices racistas"

No es la primera vez que la primera dama recibe este tipo de comentarios.
El año pasado el presentador de la cadena de televisión Univisión Rodner Figueroa fue despedido tras decir que Michelle Obama se parecía a un personaje del filme "El planeta de los simios".
Owens Brown, director en la sección de Virginia Occidental de la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color (NAACP, por sus siglas en inglés), dijo que era "lamentable que la gente todavía tenga estos matices racistas".
El estado de Virginia Occidental votó por Donald Trump en la elección presidencial, con 68,7% de apoyo.Image copyrightGETTY IMAGES
Image captionEl estado de Virginia Occidental votó por Donald Trump en la elección presidencial, con 68,7% de apoyo.
"Desafortunadamente, esta es una realidad con la que lidiamos en Estados Unidos hoy en día. No hay lugar para este tipo de actitudes en nuestro estado", expresó.
La presidenta del Partido Demócrata de Virginia Occidental, Belinda Biafore, presentó una disculpa a Michelle Obama "en nombre de mis compañeros montañeses", refiriéndose al apodo que reciben los habitantes del estado.
"Virginia Occidental realmente es mucho mejor que esto. Estas ideas de odio, radicales y racistas son exactamente lo que el Partido Demócrata continuará enfrentando en este estado", dijo en un comunicado.
El republicano y presidente electo Donald Trump ganó en el estado de Virginia Occidental con el 68,7% del apoyo popular.

Los cardenales rebeldes del Vaticano que acusan al papa Francisco de hereje

Los cardenales rebeldes del Vaticano que acusan al papa Francisco de hereje

Los cardenales firmantes: Walter Brandmüller, Raymond Burke, Carlo Caffarra y Joachim Meisner.Image copyrightAFP / GETTY IMAGES
Image captionLos cardenales que firmaron la carta y la hicieron pública, en una maniobra sin precedentes en el Vaticano: Walter Brandmüller, Raymond Burke, Carlo Caffarra y Joachim Meisner.
Una carta pública y una rebelión en ciernes: un grupo de cardenales ha expresado preocupación por las enseñanzas del papa Francisco y lo ha acusado de causar confusión en asuntos clave para la doctrina católica.
En una carta dada a conocer esta semana, cuestionan al Pontífice por su exhortación apostólica Amoris laetitia("La alegría del amor"), un documento que intenta abrir nuevos caminos para los divorciados católicos y delinear una Iglesia más tolerante en aspectos relacionados con la familia.
En rigor, la misiva no es nueva: la enviaron en septiembre, con cinco preguntas concretas que requerían sólo un "sí" o un "no" como respuesta por parte del Papa para aclarar lo que los cardenales consideran dudas o imprecisiones que tocan directamente "la integridad de la fe católica".
Dos cardenales hablando en las calles del Vaticano.Image copyrightAFP / GETTY IMAGES
Image captionLos sectores más conservadores están inquietos ante los lineamientos más abiertos que presenta el papa Francisco.
Los cuatro altos prelados, representantes de los sectores más conservadores del catolicismo, apuntan que Francisco ha generado "grave desorientación y gran confusión entre muchos creyentes".
Y le piden solución para las "interpretaciones contradictorias" que se desprenden de su tratado sobre el amor.

Mar de fondo

Avalada por cuatro cardenales -funcionarios del más alto rango de la jerarquía eclesiástica-, la carta representa una muestra abierta de rebeldía, que refleja el descontento de los tradicionalistas en el seno de la Iglesia.
Los firmantes son tres cardenales retirados: los alemanes Walter Brandmüller y Joachim Meisner, y el italiano Carlo Caffarra; más el estadounidense Raymond Leo Burke, el único en funciones aunque degradado en 2014 de un alto cargo en la Signatura apostólica y crítico asiduo del actual Papa.
Afirman que eligieron difundirla después de esperar dos meses por una respuesta del Pontífice que nunca llegó.
Portada de la exhortación apostólica Image copyrightAFP
Image captionEl documento, de 260 páginas, fue el fruto de tres años de trabajo. Se publicó en abril pasado.
Pero detrás del comunicado se vislumbra una confrontación mayor entre facciones del catolicismo que ya se había esbozado al momento de la publicación deAmoris laetitia, en abril de este año.
Este tratado, de 260 páginas, es una guía de la vida en familia que propone una aceptación por parte de la Iglesia de algunas realidades de la vida moderna.
En él se pide una mirada compasiva, en lugar de crítica, de las "familias heridas" o divididas, y se exhorta a los sacerdotes a tratar con compasión, por ejemplo, a los católicos divorciados y vueltos a casar, alegando que "nadie puede ser condenado para siempre".
La exhortación había sido muy esperada entre los 1.300 millones de católicos del mundo y fue una de las jugadas fuertes del Papa para darle su impronta a una Iglesia que pueda considerarse más abierta e inclusiva.
Cardenal Christoph Schonborn con una copia de la Amoris laetitia en la mano.Image copyrightAFP / GETTY IMAGES
Image captionLa exhortación apostólica - en la foto, una copia en manos del cardenal Christoph Schonborn- fue bienvenida por muchos, mientras que resultó insuficiente para otros. El Papa eligió no modificar la posición ante temas ríspidos para la Iglesia, como el matrimonio homosexual.
Sin embargo, grupos de teólogos y obispos reclamaron entonces que la Amoris laetitia estaba plagada de imprecisiones que daban lugar a interpretaciones contradictorias de la doctrina.
Ahora, el momento en que los cuatro cardenales eligieron dar a conocer su carta no es casual, señalan expertos en temas vaticanos: ocurre poco después de que se filtró una comunicación del Papa con los obispos de su natal Buenos Aires, en la que el líder sugería una interpretación de su documento pastoral que había sido considerada "herética" por uno de los cardenales signatarios.
En particular, el polémico capítulo ocho de Amoris laetitia, que habla de la posibilidad de que los divorciados que vuelven a contraer matrimonio civil, sin haber conseguido la anulación de su unión religiosa, puedan recibir la comunión.
Manos con la hostia durante el momento de la Eucaristía.Image copyrightAFP / GETTY IMAGES
Image captionA los divorciados y vueltos a casar, la Iglesia les niega el acceso a la comunión, que es parte central de la liturgia católica.
Esto no lo ha permitido la iglesia por siglos, por considerar quetodo intento de vivir en pareja tras una separación representa una unión "irregular" y un acto de adulterio, salvo que se abstengan de tener relaciones sexuales y convivan "como hermano y hermana".
El documento papal no cambia la doctrina, pero abre las puertas a que los obispos de cada país la interpreten de acuerdo a la cultura local y contemplen cada caso particular.
Si hay factores que limitan la "responsabilidad y culpabilidad" del divorciado, escribió el Papa, entonces "la Amoris laetitia abre la posibilidad del acceso a los sacramentos de la reconciliación y la Eucaristía".
"No hay otra interpretación", remató Francisco en su carta a los obispos argentinos, considerada una nota al pie de la exhortación apostólica.
El Papa en la portada de la revista Image copyrightAFP
Image caption"Los tiempos cambian", tituló la revista "Rolling Stone:" el Papa es visto como un modernizador.

En el ojo público

La carta de los cardenales díscolos, difundida el lunes, interroga precisamente al Papa sobre esta cuestión.
Lo hace mediante dubias, preguntas teológicas que requieren una respuesta negativa o positiva, sin más, y que son un mecanismo para resolver dilemas referidos a los sacramentos o a normas morales absolutas.
La primera dubia cuestiona si, contra lo que habían establecido Papas anteriores, "ahora es posible absolver" o "dar la santa comunión a una persona que, aunque atado por un vínculo matrimonial, vive con otra persona como marido y mujer", lo que contradice expresamente una encíclica de 1981 del Papa Juan Pablo II.
La falta de respuesta del Pontífice a esta y otras cuatro preguntas llevó a la decisión de hacer pública su preocupación, señalan los cardenales, según les dicta su "conciencia de responsabilidad pastoral".
El cardenal Joachim Meisner, arrodillado y rezando.Image copyrightAFP / GETTY IMAGES
Image captionEl alemán Joachim Meisner, uno de los cardenales que firmaron la misiva que ahora cobró estado público.
Pero niegan que se trate de un ataque "conservador" contra los sectores "progresistas" de la Iglesia, ni de un "intento de hacer política en la Iglesia" o sublevarse frente al Papa, con quien los une "un afecto colegiado".

La entrelínea política

Sin embargo, la lectura política del reclamo que cobró estado público no tardó en llegar. Ocurrió con la carta ahora, pero había ocurrido antes con la Amoris laetitia.
Entre los teólogos más conservadores, se sostiene la idea de que las enseñanzas modernizadas del Papa sobre las familias y los divorciados católicos son en parte "sacrílegas" y "pueden justificadamente ser consideradas heréticas",como señala Steve Skojec, cofundador y director de la publicación católica One Peter Five.
Lo ven como un movimiento del Papa tendiente a relajar las normas morales que debilitará los fundamentos de la Iglesia.
Ceremonia de nombramiento de Raymond Burke como cardenal por el Papa Benedicto XVI, en 2010.Image copyrightAFP / GETTY IMAGES
Image captionRaymond Burke, el único de los cuatro cardenales que firmaron la carta que sigue en funciones, fue nombrado cardenal por el papa Benedicto XVI, en 2010.
Otros, en tanto, consideran que la polémicAmoris laetitia no tiene peso suficiente, ni mucho menos lo tiene la carta filtrada a los obispos porteños, como para alimentar una revuelta entre cardenales.
Y apuntan que ambas deben ser leídas en línea con la tradición católica preexistente.
Lo cierto es que la carta no es la primera interpelación al líder del catolicismo: en julio, 45 teólogos y eclesiásticos firmaron otra misiva, dirigida al Colegio Cardenalicio, en el que pedían clarificaciones a Francisco.
Y las cuestiones relacionadas con el divorcio -así como con la homosexualidad, la educación sexual, la inequidad económica, la responsabilidad frente al cambio climático y otros temas ríspidos para la jerarquía católica- están destinadas a dejar al desnudo la línea de fractura entre el Papa y los sectores más conservadores bajo su tutela.
Protesta callejera a favor del matrimonio igualitario, con una imagen de un cuerpo en bikini con una máscara del papa Francisco en la cara.Image copyrightGETTY IMAGES
Image captionPara los grupos más liberales, la reforma de la Iglesia está lejos de ser la deseada.
"El Papa no ha cambiado la doctrina, sino que ha abierto puertas para una mayor conexión con los católicos en asuntos como el divorcio y para la consideración de casos particulares", apunta la periodista Caroline Wyatt, por muchos años encargada de temas religiosos en la BBC.
"Pero los tradicionalistas dirán que el Papa abre un camino al caos futuroal introducir la idea de que eso de 'una misma talla sirve para todos' dentro de la Iglesia podría no ser la manera de avanzar".
En el otro extremo, apunta Wyatt, siempre estarán los liberales, también descontentos pero en este caso porque no se ha hecho suficiente en el postergado proceso de modernización del catolicismo: esperan "algo que el Papa nunca será capaz de entregar".